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Sin embargo, el fuego que baja hacia la capital griega a 60 kilómetros de la ciudad, mantiene su virulencia y sigue siendo una amenaza.

Los bomberos griegos han logrado mantener "bajo cierto control" uno de los grandes incendios forestales que amenaza a Atenas, mientras que un segundo foco sigue calcinando el bosque de forma virulenta, animado por fuertes vientos que están impidiendo actuar a los medios aéreos.

Así, el incendio que se ha acercado hasta 20 kilómetros de la capital griega no presenta actualmente focos activos, aunque varios retenes se mantienen alerta para evitar rebrotes durante la noche.

Por su parte, el fuego que baja hacia Atenas desde el monte Kitharona, a 60 kilómetros de la ciudad, mantiene su virulencia y sigue amenazando al balneario de Porto Germeno, donde las autoridades han pedido a la población que abandone sus casas.

En esta zona, las rachas de viento de hasta 70 kilómetros por hora han impedido despegar a los aviones cisterna y sólo los helicópteros combaten el fuego desde el aire.

Los fuertes incendios que desde hace cuatro días arden de forma descontrolada en las cercanías de Atenas, han calcinado ya 17.000 hectáreas de bosques.

En el dispositivo anti incendio participan unos 900 soldados y aviones, entre ellos varios aportados por Francia e Italia, a los que se sumarán en breve otros enviados por España, Turquía y Chipre.

Fuera de la capital, las autoridades locales de Karistos, en la isla griega de Eubea, criticaron a las autoridades de haber concentrado los recursos anti incendios en los fuegos de Atenas y de no preocuparse del foco que desde hace tres días afecta a la isla.